Como puede verse en la imagen inferior, el ciclo de vida para el uso de una tarjeta SIM tradicional es lineal. Aunque pueda modificarse el plan asociado a la suscripción, la tarjeta siempre está asociada al mismo operador. Si la tarjeta tiene un problema o es necesario cambiar de operador, esa tarjeta debe ser reemplazada por otra físicamente.
Ventajas en la gestión
Gracias a la independencia del operador y la gestión remota, el ciclo de vida de una eSIM puede extenderse mucho más en el tiempo. Si es necesario un cambio de operador, es tan simple como actualizar las eSIM de forma remota.
Los costes y tiempos de gestión y operación obviamente se reducen. La implementación en el campo y los viajes se reducen porque no es necesario reemplazar físicamente las tarjetas, y las actualizaciones se pueden programar para que se realicen automáticamente, solo para algunas eSIM o de forma masiva.
Finalmente, hay que recordar que existen módulos eSIM que se pueden insertar en las ranuras para tarjetas SIM, por lo que no solo los dispositivos modernos con módulos eSIM integrados pueden aprovechar todas estas ventajas, sino también dispositivos «más antiguos».